Waterlight: La lámpara mágica que ilumina con agua salada
Isabel Tolosa L.
El 13% de la población mundial no tiene acceso a energía eléctrica y las zonas rurales de países africanos, asiáticos y latinoamericanos, son los más afectadas. Naciones Unidas se propuso como un objetivo de desarrollo sostenible al 2030 garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna a pesar de que se calcula que tres mil millones de habitantes, el 40% de la población mundial, sigue cocinando con combustibles contaminantes como el carbón o la leña.
Waterlight no nace como un producto con propósito social. Pero sus creadores se dieron cuenta, a poco andar, que tenían en sus manos un lámpara mágica que ilumina con agua salada y que puede cambiar la vida de las comunidades más pobres de la Guajira Colombiana.
El comienzo de Waterlight
Nicolás Pinzón y Antonio Ramírez, dos amigos que viven en Bucaramanga, en el municipio colombiano de Santander, una de las ciudades con mejor calidad de vida el América Latina, comenzaron en el año 2016 a desarrollar un producto que, con un simple principio químico, creaba una linterna hecha de cavidades plásticas que se atornillan entre sí y que en su interior contienen un ánodo de magnesio y otro de cobre. All llenarlo de agua salada, estos dos minerales generan una energía eléctrica de 1.5 voltios.
«Esto es tan viejo como los seres humanos. En Turquía hay antecedentes de hace millones de años sobre este tipo de lámpara. Pero, ¿qué hicimos nosotros? Tomamos ese pequeño voltaje y creamos corrientes y circuitos y así incrementamos la alta frecuencia. Entonces, estimulamos la luz como un gas y con poquito voltaje logramos ampliar la luminosidad y la duración. Hoy hemos descubierto que podemos cargar celulares y tener energía eléctrica por 45 días y mientras esté bien sellada, podemos llegar, incluso, a una carga de 60 días». Desde Colombia, Nicolás Pinzón, socio Fundador de Edina y actual Director de Estrategia y Mercadeo, se emociona contando a Base Pública los logros después de ocho años de investigación.
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Cómo funciona Waterlight
La Linterna mágica que ilumina con agua salada, llega a las comunidades
En el año 2021, la empresa de publicidad Wuderman Thompson andaba buscando un producto que pudiera provocar un cambio social y es así como deciden invertir en este invento. Le pusieron diseño y lo llevaron a las comunidades Wayú en Colombia. Esta población, colinda con Venezuela y aunque no hay fronteras aparentes se abastecían comercialmente de este país. Los problemas políticos del actual gobierno venezolano, comenzaron a generar precariedades de energía y escasez de alimentos. Es una zona rural donde no hay luz eléctrica. “La campaña está inspirada en el Cabo de la Vela, en un territorio al norte de Colombia donde sólo tienes piedra, mar y arena», nos explica Pinzón. En esta comunidad aprendieron que Waterlight es mucho más que una linterna y, por primera vez, sus inventores vieron el potencial social que tenía este producto.
El desafío de llegar con luz a más comunidades
Actualmente, Waterlight está en la etapa de maduración tecnológica y sus fundadores buscan financiamiento para producir a gran escala. «Necesitamos personas que se interesen en este invento y que nos ayuden a transformarlo en un producto masivo», nos cuenta Nicolás Pinzón, con una una sonrisa de alguien que sabe que tiene en sus manos algo que puede cambiar el mundo.
Todo el mundo cree que te vas a volver millonario porque la lámpara prende. Pero, finalmente mi reto personal es que esta tecnología llegue a los más necesitado”,
Nicolás Pinzón, Director de Estrategia y Mercadeo de Edina
«Hoy, los pedidos lo solicitan personas que quieren acampar o para deportistas. Waterlight es un producto que se usa mucho para cargar celulares. Pero, nosotros queremos llegar a zonas que no están interconectadas y cumplir un rol social, porque este producto funciona con sol, sin sol, con lluvia, con agua y con sal; es simple. Estamos en una etapa de conversación con gobiernos como el Indio y Costa Rica, pero todavía no se concreta el negocio”, asegura.
El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia, destacó a este producto y le entregó una patente, con lo cual hoy están más cerca de llegar a producir de manera industrial. En este momento, sólo pueden lograr una producción de 100 linternas y a pedido.
Devolver la mano a la comunidad Wayú
Si esta lámpara mágica que prende con agua salada logra producirse en mayor cantidad, la Idea de Edina es llegar con más productos para comunidades que no cuentan con luz eléctrica. Además, las manillas de la lámpara, en su diseño original, tiene dos tejidos trenzados realizados por las artesanas de la tribu Wayú. Las mujeres de esta comunidad ganan 70 centavos por sus productos, lo cual Nicolas Pinzón, considera injusto, por lo que ellos le pagan 10 dólares. Waterlight tiene un costo de 60 dólares por unidad. Mientras más linternas se hagan, más ganancia tiene la comunidad y hay más posibilidades de entregar de manera gratuita este producto en sectores aislados, rurales y con falta de energía.
El desafío para waterlight para octubre de 2023, es llegar a todos los rincones que necesiten energía eléctrica y aportar al cuidado del medio ambiente. “Uno empieza estas cosas por codicia, porque es un buen negocio. Todo el mundo cree que te vas a volver millonario porque la lámpara prende. Pero, finalmente mi reto personal es que esta tecnología llegue a los más necesitado”, concluye Pinzón con una esperanza de que su invento ahora tienen un verdadero propósito.