Ricardo Basáez Arcos

Fundación Red Acción Carcelaria nace desde un grupo de mujeres que ya tenían contacto profesional o académico con el mundo penitenciario. Hace 3 años comenzaron con campañas para repartir kit de higiene, y así apoyar y visibilizar la realidad de las mujeres privadas de libertad.

La llegada de la pandemia en 2020 obligó a suspender las visitas por razones sanitarias, y se restringieron las encomiendas, lo que expuso un problema que llevaba años oculto.

«El Estado, a través de Gendarmería no garantiza a las personas privadas de libertad el acceso a artículos básicos de higiene. En el caso de las mujeres, en particular, el acceso a productos de gestión menstrual. Con las restricción de las encomiendas en pandemia este problema se empieza a agudizar», asegura Antonella Oberti, directora de incidencia de Red Acción Carcelaria. 

Decidieron formalizar el trabajo que ya venían realizando y empezar a recaudar fondos de donantes particulares anónimos y así llevar más kits de higiene para mujeres en cárceles a lo largo de todo el país. 

Comenzaron con una campaña apoyando a 500 mujeres en el Sur, desde Rancagua hasta la Cárcel de Temuco. Luego, en la segunda etapa de la pandemia se trasladaron Norte y se dieron cuenta que en esta zona el apoyo era más urgente aún.

«Hay particularidades y carencias súper específicas de las mujeres privadas de libertad en la zona Norte. Principalmente porque muchas de ellas son migrantes y no tienen redes de apoyo en el país que les puedan llevar estos productos. Las necesidades son particularmente graves y profundas en las cárceles del Norte de Chile», enfatiza Antonella. 

El trabajo de Red Acción Carcelaria fue evolucionando y además de la ayuda con productos de higiene, comenzaron a trabajar en otras líneas de acción, como la investigación y la incidencia. 

«Nos dimos cuenta que había un espacio que era necesario llenar en el sentido de visibilizar esta realidad que nosotras estábamos apoyando. Así se creó un área de investigación que recaba información, realiza estudios y aplica encuestas a mujeres privadas de libertad. La información que hay hoy día sobre este tema en Chile es muy escasa», dice Antonella. 

En cuanto a la incidencia, desde Red Acción Carcelaria aseguran que es importante llegar a tomadores de decisiones, autoridades, legisladores e instituciones públicas para traspasar información y sensibilizar sobre lo que ellas ven día a día en las cárceles de Chile. 

«Hemos realizado relacionamiento con el poder ejecutivo para efecto de temas administrativos. Se logró, por ejemplo, que desde el año pasado Gendarmería esté entregando toallas higiénicas para mujeres privadas de libertad. No logramos que quedara en el Presupuesto Nacional, pero ya está instalado como política a nivel nacional de Gendarmería», nos cuenta Antonella. 

RED ACCIÓN CARCELARIA EN CIFRAS

Hay una marginación en la trayectoria de vida de estas mujeres que empieza antes de la privación de libertad y que se agudiza con el paso por la cárcel

Antonella Oberti, directora incidencia Red Acción Carcelaria

En su área de investigación, Red Acción Carcelaria ha recabado cifras que reflejan una realidad cruda; solo un 8% de la población penal total son mujeres, y entre ellas, el 89% es madre. Un 30% terminó el colegio, y antes de estar presas, sólo un 17% de las 4.100, tenía un empleo formal.

«Nos dimos cuenta con estos datos y con los relatos que hay una marginación en la trayectoria de vida de estas mujeres que empieza antes de la privación de libertad y que se agudiza con el paso por la cárcel. El Estado ha fallado en la educación, en la salud y en las oportunidades de trabajo. La cárcel es la culminación de ese ciclo de marginalización de las mujeres», asegura Antonella Oberti. 

Otro fenómeno que han detectado desde la fundación son los largos períodos que mujeres pasan en prisión preventiva. Aseguran que, en proporción, la tasa de mujeres en prisión preventiva es mayor que las de los hombres.

 «El encarcelamiento femenino tiene un costo adicional por los roles de género. Implica costos familiares para los hijos e hijas. Es un costo que no se considera al momento de elaborar políticas públicas, de dictar sentencias o al ejercer una condena», asegura Antonella. 

COLABORACIÓN PÚBLICO PRIVADA

En Red Acción Carcelaria tienen principalmente dos formas de financiamiento. Campañas particulares con donaciones anónimas que son utilizadas para la compra de kits de higiene y a través de socios y socias que se inscriben y donan una cierta cantidad de dinero de forma regular. 

También realizan colaboraciones con empresas y otras organizaciones de la sociedad civil que trabajan en temas carcelarios. Por ejemplo con Mia Luna, empresas que donó copas menstruales y ayudó con charlas sobre cómo usar este producto. También con Palpa, que donó 550 dispositivos para la detección temprana del cáncer de mama. 

«Esto fue súper útil porque el acceso a cualquier tipo de atención médica en las cárceles es escaso y para qué decir de especialistas en ginecología», dice Antonella. 

Desde la fundación han apoyado a cerca de 3200 mujeres privadas de libertad, han visitado 24 cárceles en 10 regiones, y conseguido el apoyo de cerca de 900 donantes.

Su proyección es seguir presentes en el territorio y en las cárceles. Aseguran que quieren sacar las voces de las mujeres para que se pueda escuchar y lograr cambios para un sistema carcelario con perspectiva de género, más justo y que respete los derechos humanos. 

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