FUNDACIÓN CONVIVENCIA DIGITAL: ORGANIZACIÓN QUE TRABAJA POR EL USO RESPONSABLE DE LA TECNOLOGÍA EN NIÑOS Y JÓVENES
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Después de la pandemia las denuncias por ciberacoso aumentaron un 148%, para 2023 esta cifra subió un 11%, según la Superintendencia de Educación. Para luchar contra esta problemática nació en 2019 la Fundación Convivencia Digital, la cual ha realizado capacitaciones para 25 mil profesores, 90 apoderados y un trabajo con más de 100 colegios por año. También, su rol se enfoca en prevenir el consumo de contenido indebido para menores de edad en internet.
Conversamos con Soledad Garcés, directora ejecutiva de Fundación para la Convivencia Digital, con el objetivo de conocer la labor que realizan junto a niños, profesores e instituciones educativas para fomentar un uso responsable de las redes sociales y el acceso tecnológico.
“Enfrentamos principalmente problemas derivados del exceso de conexión, como adicciones y trastornos de conducta; problemas derivados del contacto con terceras personas, como ciberacoso o acoso sexual y problemas derivados del contacto con contenidos inadecuados, como pornografía , contenidos violentos en televisión y noticias falsas principalmente”, nos cuenta Soledad Garcés.
Para transmitir su misión Convivencia Digital realiza capacitaciones para profesores, trabajos con municipios y diálogos directos con apoderados. Además de disponer material didáctico para los profesionales de la educación que ya cuentan con basta experiencia.
La convivencia digital en un mundo hiperconectado
Se puede prevenir enseñando estrategias para rechazar este tipo de contenidos y retrasando el acceso a pantallas hasta más grandes. Además de supervisar lo que hacen en la web los niños.
Soledad Garcés, directora ejecutiva de Fundación para la Convivencia Digital
Los esfuerzos de la fundación se enmarcan en un universo digital de diversos cambios y dinámicas. “Han habido temas en que se retrocedió mucho, como el aumento de horas de pantallas. Hubo variaciones como anticipar la edad de inicio de la tecnología, pero con mayores restricciones. Los indicadores de satisfacción vital solían ser más homogéneos en los diferentes grupos sociales de Chile, y hoy son diversos”, explica Soledad Garcés.
De este modo, proponen una forma clara de abordar la problemática frente al acoso escolar y el consumo de contenido inadecuado para niños y niñas, “se puede prevenir enseñando estrategias para rechazar este tipo de contenidos y retrasando el acceso a pantallas hasta más grandes. Además de supervisar lo que hacen en la web los niños”.
Con miradas hacia el futuro, la fundación analiza con cautela y expectativas la intromisión de la Inteligencia Artificial. Pero no solo la consideran un agente externo que debe ser analizado, sino que también una posible herramienta para el mejor desarrollo de sus proyectos.
A su vez uno de los desafíos que se propone la institución es expandir su alcance, no solo dentro de Chile, sino también poder llegar a diversos países de Latinoamérica. También pactar más alianzas de trabajo con colegios y empresas.
