BERNARDITA YURASZECK, PRESIDENTA DEL DIRECTORIO DE IMPULSO DOCENTE:
"DESEAMOS POSICIONAR LA FIGURA DEL DIRECTOR EDUCATIVO EN LA DISCUSIÓN PÚBLICA"
Benjamín Ríos Merino
Bernardita Yuraszeck encabeza el proyecto Impulso Docente. Trabaja desde hace 9 años en potenciar las comunidades educativas. El año pasado realizaron la primera edición del Premio LED. La instancia surgió como una necesidad de destacar el rol de directivos educacionales.
Conversamos con la presidenta del directorio de Impulso Docente, Bernardita Yuraszeck. Fue reconocida en agosto de este año como una de las 100 Líderes en Economía y Administración UC 2024.
¿Cómo surge el Premio LED?
En Impulso Docente hemos trabajado durante 9 años con comunidades educativas, reconociendo el papel crucial de los directores en la implementación de políticas públicas y en la garantía de derechos para los niños. Su labor es fundamental es atraer y retener talento docente y generar procesos educativos efectivos en las escuelas. Sin embargo, hemos observado que los directores suelen estar ausentes en el debate público; la mayoría de las personas solo conoce a los directores de sus propios colegios. Son agentes clave para mejorar el sistema educativo, este vacío nos llevó a lanzar el Premio LED.
En colaboración con El Mercurio y la Fundación Mustakis, buscamos tres objetivos: primero, reconocer lo que está funcionando en la educación. Vivimos un contexto lleno de malas noticias, queremos destacar los casos de éxito que a menudo quedan invisibilizados. En segundo lugar, queremos validar personalmente a esos directores, lo que ayudará a atraer talento hacia el rol. Por último, deseamos posicionar la figura del director en la discusión pública. Aunque su presencia en medios regionales ha crecido de manera orgánica, creemos que es importante continuar resaltando su relevancia.
¿Cómo colabora esta iniciativa con la identidad de los estudiantes hacia sus centros educativos?
El proceso del premio comienza con una nominación abierta, donde estudiantes, apoderados y profesores pueden proponer a sus directores. Este año recibimos 800 nominaciones, lo que refleja un gran interés de la comunidad por reconocer a su director. Posteriormente, se realiza una evaluación rigurosa, donde un jurado interdisciplinario selecciona a 30 candidatos. Buscamos representar la realidad de diferentes contextos, desde salas cuna hasta liceos, en diversas regiones del país.
Al anunciar a los ganadores, recibimos numerosos videos mostrando la celebración de la comunidad hacia su director triunfador. Hay colegios que incluso han visto aumentar sus matrículas, lo que demuestra el impacto positivo en la identidad escolar y genera expectativas en las comunidades, que sienten que están haciendo bien las cosas.
¿Qué tipos de proyectos se presentan y cuáles les llaman la atención?
Este año, los premiados provienen de 10 regiones diferentes de Chile, incluyendo salas cuna, jardines, liceos, escuelas rurales y colegios urbanos. Nos sorprende la cantidad de iniciativas dignas de celebración que existen en el país. Observamos que un buen liderazgo tiene un efecto multiplicador significativo: un director competente puede traducir su legado en un mejor aprendizaje, mayor asistencia y una mayor participación de las familias, facilitando trayectorias educativas que llevan a la educación superior. Reconocemos no sólo a aquellos que han logrado un éxito absoluto, sino también a quienes han generado mejoras sustantivas en contextos difíciles, como directores de escuelas hospitalarias o penitenciarias.
¿Cuál es su sensación al tener un proyecto de alcance nacional?
En el momento actual del país, es vital tener presencia en todas las regiones. Estamos haciendo esfuerzos significativos para forjar alianzas que nos permitan llegar a diversos niveles educativos. Nuestro objetivo es que cada niño tenga una trayectoria educativa que le permita desarrollarse integralmente y alcanzar su potencial. Aspiramos a fomentar la innovación educativa en el recorrido de los estudiantes, reflejando la diversidad y complejidad del sistema educativo.
¿Qué lectura realiza del panorama escolar chileno?
Estamos en un momento complejo para la educación. El sistema enfrenta el desafío de adaptarse a estos cambios, pero existen muchas dificultades para lograrlo. Si bien hay iniciativas y reformas que están comenzando a funcionar, es crucial sostener estos procesos. Creo firmemente que los sistemas cambian cuando las personas lo hacen; por lo tanto, debemos centrar nuestra atención en los directores y sus equipos docentes. Apoyar y visibilizar su trabajo, así como fomentar discusiones sobre políticas públicas, es esencial para alcanzar resultados positivos. Creemos que este enfoque podría acelerar los procesos necesarios.
¿Qué proyectan para el Premio LED el próximo año?
Sin duda, vamos por una tercera edición. Existe un desafío importante en la forma en que realizamos los procesos de nominación y en cómo llegamos a los centros educativos. Nos gustaría generar más colaboración con los directores premiados y estamos considerando desarrollar un programa que potencie los liderazgos. Una idea atractiva es crear una academia para directores, donde podamos ser tanto aprendices como maestros.
Conoce más de Impulso Docente en su página web a través del siguiente enlace.
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