Brenda Espinoza tiene 37 años y es madre de tres hijos. Está casada y es cuidadora de su padre que tiene Alzheimer y demencia senil, además de su suegra que también necesita cuidados. Esta familia era sustentada por su marido, quien en la pandemia se quedó sin ingresos, por lo que tuvieron que pensar urgentemente en un nuevo negocio. Es así como se fundó Piensa en Verde, un emprendimiento que retira residuos orgánicos e inorgánicos a domicilio, pues se dieron cuenta de que los puntos limpios eran vectores de contagio en la pandemia y las personas necesitaban reciclar, por lo que idearon un modelo de negocio que funciona entregando planes de reciclaje en Quilpué, Villa Alemana y Viña del Mar. 

Sin embargo, a pesar del modelo de negocio de economía circular que Brenda creó, con la Ley REP ella podría perder su trabajo el próximo año. Esta es la razón por la cual realizó el curso para certificarse como recicladora base, gracias a la iniciativa Certifica-Vino de la Asociación Gremial de Vinos de Chile, iniciativa que se lleva a cabo en alianzas con otras empresas como Sodimac. 

¿Cómo comenzó tu camino como recicladora base y el inicio del emprendimiento?

Mi emprendimiento es mi sustento, el cual se fue formalizado en medio de la pandemia, ya que a mi esposo lo suspendieron de su trabajo. Había que generar ingresos, así que nos vimos en la obligación de volcarnos completamente hacia el reciclaje. Nosotros reciclábamos por un tema de compromiso ambiental, pero en mi casa no más. 

¿De qué se trata Piensa en Verde?

Es un modelo de economía circular donde ofrecemos planes de reciclaje de residuos orgánicos e inorgánicos. Los pasamos a buscar a las casas con Awto, una app de vehículos que tienen verificación carbono neutral cero, y los residuos orgánicos se plantan en un huerto donde plantamos verduras y se los regalamos a nuestros clientes. 

Actualmente reciclamos alrededor de 1 a 2 toneladas al mes de residuos orgánicos y de 2 a 4 toneladas al mes de residuos inorgánicos. 

¿Qué hacen con el material reciclado?

Algunas cosas las revendemos, otras las llevamos a empresas grandes para reconvertirlas y otros residuos los gestionamos a través de pequeños emprendedores que los utilizan como materia prima. 

¿Cuál es la importancia de tener una certificación de recicladora de base?

Es bastante cara la certificación de reciclador base y la Ley REP se nos viene encima. Necesitamos gente certificada pero no la tenemos, hay más demanda que oferta, entonces  iniciativas como la de Certifica-Vino, que son las que nos ayudan a reciclar para seguir trabajando. Hasta ahora podemos trabajar porque la ley no se ha aplicado completamente, pero el próximo año para poder trabajar en este modelo de reciclaje tienes que ser un reciclador base certificado.