Valentina Muñoz: La activista chilena que ganó todos los aplausos en importante foro de la ONU
Valentina Muñoz tiene 19 años y es conocida en redes sociales como Chica Rosadita. Es activista y defensora por los derechos de las niñas y las mujeres, y fue elegida por Naciones Unidas para hacerse cargo del discurso de apertura en la décima edición del Foro Político de Alto Nivel del Consejo Económico y Social de la ONU en Nueva York, uno de los foros más importantes a nivel mundial sobre desarrollo sostenible.
Valentina ya había sido designada como Defensora de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en septiembre del año pasado, siendo la más joven y única latinoamericana en obtener este cargo honorífico, tomando en cuenta su trayectoria en la defensa de los derechos de las niñas y las mujeres,
Su discurso, realizado en Nueva York ante importantes líderes mundiales, abordó los avances de la Agenda 2030, los retrocesos por la pandemia de Covid-19 y el ODS principal de esta versión: Equidad de Género (ODS 5).
Los derechos de las mujeres nunca se dan por adquiridos, deben permanecer vigilantes toda su vida.
Valentina Muñoz, activista chilena, en su discurso
“Los derechos de las mujeres nunca se dan por adquiridos, deben permanecer vigilantes toda su vida (…). Al estallido de una crisis le siguen el desplazamiento de personas, el hambre y la pobreza y, a menudo, los derechos de las mujeres es la primera víctima. Cuando hay emergencias humanitarias, una de cada cinco mujeres refugiadas sufre violencia sexual. Las mujeres y las niñas sufren los peores efectos de la crisis climática; y en contexto bélicos, las niñas son las primeras en abandonar su educación. Pareciera ser que la crisis es ferviente enemiga de los derechos de las mujeres. Hoy es la pandemia, mañana será una guerra mundial o una revolución u otra pandemia”, aseguró Valentina en su intervención.
Valentina Muñoz también tuvo palabras respecto del complejo momento que se vive en EE.UU debido a la revocación del aborto como un derecho.
“Con mucha rabia y pena me paro sobre este territorio en el que mis compañeras resisten un violento ataque contra sus derechos reproductivos. Un ataque que repercute sobre las discusiones de salud pública de todo el mundo. Y el Covid definitivamente no fue quien lo firmó. Me refiero a la derogación del derecho constitucional al aborto, un derecho que se sustenta en nuestra agenda 2030, específicamente bajo el ODS 3. Con todo respeto, parece ser que un hombre con una pistola tiene más derechos que una persona con útero y eso no es culpa de ninguna pandemia”.