Benjamín Ríos Merino

Paulo Araya, oriundo de Calama, llegó a Iquique con el sueño de continuar su trayectoria como futbolista profesional. El deporte no le daba para subsistir, por lo que siempre mantuvo un espíritu emprendedor. Pero su vida tomó un giro radical, decidió cursar Ingeniería Comercial mientras compatibiliza su carrera deportiva. El estudio lo hizo cuestionar cómo la sociedad maneja el desperdicio de residuos. Por eso creó Alikum, una empresa de economía circular que construye muebles a medida, a partir de la materia prima que desecha la minería. 

El emprendimiento Alikum, radicado en Iquique, trabaja creando muebles a medida a base de palets reciclados de la industria minera. En promedio, la vida útil de un palet es de aproximadamente seis meses. La motivación de Pablo para crear esta empresa se dio al observar el alto volumen de desechos generados en la región, en su gran mayoría por parte de la minería. No sólo trata de crear muebles, también es sobre defender el patrimonio.

Esto no es sólo un impacto económico, sino que podemos generar grandes cambios en nuestros entornos

Paulo Araya, creador de Alikum

“Esto no es sólo un impacto económico, sino que podemos generar grandes cambios en nuestros entornos. Luego repensamos nuestros procesos y nos cuestionamos si somos realmente eficientes en el manejo de nuestros residuos, así surge la idea de la juguetería”, comentó Paulo Araya, creador de Alikum.

Alikum: por una Tarapacá sustentable

Luego de repensar los procesos de producción, Alikum decidió expandir su giro de negocio a los juguetes infantiles. Lanzaron un Startup encargada de este trabajo, que al igual que la mueblería, consta con principios de economía circular. Pero además, se construye con un importante pilar educativo e interactivo. Este proyecto se vincula con escuelas, colegios y jardines JUNJI. 

«Hay una tremenda oportunidad en el ámbito educativo, estamos cambiando más de 150 años de la forma en que se enseña en las aulas. Hemos sorteado ciertas barreras, como cumplir con certificaciones o pensar en procesos de exportación. Ha sido un camino de emprendedor significativo con aprendizaje continuo y empatía con el usuario”, asegura Paulo Araya.

Alikum se siente satisfecha con su crecimiento empresarial y el impacto positivo que causan. De todos modos, evalúan la posibilidad de expandir el negocio o mantenerlo dentro de la región, aunque ya tienen una fuerte identidad vinculada a Tarapacá.

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