BOSQUES AZULES: LA CRUZADA MEDIOAMBIENTAL POR LOS VALIOSOS ECOSISTEMAS SUBMARINOS DE CHILE
Benjamín Ríos Merino
Según estimaciones conservadoras Chile cuenta con una densidad de 4.800 hectáreas de bosques de algas. Se trata de ecosistemas con un rol ecológico irremplazable que no sólo son trascendentales para la vida marina, si no también son un pulmón verde inadvertido capaces de captar el 40% del CO2 producido por el humano. Pero estos entornos se encuentran amenazados por una explotación económica descontrolada. Bosques Azules es una campaña que busca proteger este patrimonio natural de la Patagonia.
Cada año los bosques de algas capturan 4.91 megatoneladas de dióxido de carbono al año. Chile es uno de los países que cuenta con los campos de algas más grandes del mundo, desde el árido norte hasta la fría Patagonia, toda la latitud chilena está acompañada por campos de algas en sus costas. Bosques Azules es una campaña cercana a cumplir un año de su conformación, su misión es resguardar este pulmón submarino que se ve amenazado por una explotación económica desmedida y la contaminación oceánica. El primer paso: concientizar y educar a la población del valor que esconde nuestro mar.
Chile es el primer exportador de algas pardas del mundo, en su mayoría de manera ilegal. Debemos parar de depredar sus praderas naturales, iniciar el cultivo controlado y defender este patrimonio natural
Juan Carlos Viveros, fundador de Bosques Azules
Desde la constitución de Bosques Azules en mayo de 2023, recorren diversos colegios de su región enseñando a niños la importancia de los praderas de algas. El propósito es que desde la infancia puedan interiorizarse con el ambiente natural de sus tierras.
La legislación por los bosques de algas
“Chile es el primer exportador de algas pardas del mundo, en su mayoría de manera ilegal. Debemos parar de depredar sus praderas naturales, iniciar el cultivo controlado y defender este patrimonio natural”, explicó Juan Carlos Viveros, fundador de Bosques Azules.
Respecto a la vía legislativa de la protección de la biodiversidad, Viveros comenta que, “Estamos decepcionados del parlamento chileno, no entienden el problema. Privilegian el empleo, algo entendible, por sobre el equilibrio natural, eso no es entendible. Son actividades comerciales que ponen en riesgo a la propia especie humana. Todas las leyes que ingresan en el Congreso por protección medioambiental terminan siendo modificadas para privilegiar a la explotación”.
«Hace poco se promulgó la Ley Bentónica, que tiene un capítulo sobre la explotación de las algas. Permite proteger, no dice dónde, ni cómo, ni cuándo, pero a la vez permite extraer. Quizás en otro momento era adecuado, pero ahora hay que cambiar de mentalidad y dejar de hacer ciertas actividades”, explica Juan Carlos.
Una historia personal en Bosques Azules
Juan Carlos nació y se crío en Chiloé, Región de Los Lagos. No fue hasta el momento en que la abandonó para recorrer el mundo que se dio cuenta del verdadero valor de su tierra natal. Trabajó por años como asesor en relaciones internacionales, para municipios y el Estado.
“Pude viajar por 30 países aproximadamente, algo que para un chilote provinciano era algo inédito. Yo fui criado en Ancud y mi padre me decía que teníamos que irnos de Chiloé, que aquí no había perspectiva de crecimiento, ni ningún futuro. Tuve una crisis personal, esto que le llaman la noche oscura del alma, donde me decepcioné totalmente de mi trabajo”, explicó Viveros.
Una vez de regreso a su Ancud natal, Juan Carlos vislumbró las problemáticas medioambientales que amenazaban el archipiélago, como por ejemplo el puente del Canal de Chacao y su nulo estudio de impacto sociocultural y medioambiental. Luego encontró nuevas causas relacionadas a salmoneras, explotación del bosque nativo y manejo de la basura. Después de tres años de investigación decidió junto a su equipo establecer la causa de Bosques Azules.
Juan Carlos proyecta que esta iniciativa en su segundo año debe ir por medidas de conservación concretas, establecer conversaciones desde el plano local, pasando por el nacional, hasta el internacional.