PROGRAMA CASAS COMPARTIDAS PARA JÓVENES EN CONCEPCIÓN: “AUNQUE TUVIERA QUE ESTAR BAJO UN PUENTE, SEGUIRÍA ESTUDIANDO”
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Según un estudio de 2019 del Ministerio de Desarrollo Social y el SENAME, al menos 547 niños viven o han vivido en la calle y al menos 59 de ellos pertenecen a la región del Biobío. El Programa Casas Compartidas, ejecutado por la Corporación Catim tiene como propósito brindar un hogar a los niños, niñas y jóvenes para que puedan continuar con sus estudios y tener una transición positiva a la vida independiente.
Demian vivió desde los 5 años en una residencia del Sename y a los 18 cayó en situación de calle. Hoy con 20 años da cuenta de su proceso durante los últimos años en el programa.»He encontrado un ambiente de respaldo y solidaridad que me ha ayudado a recuperar mi confianza y a sentirme parte de una comunidad. El programa me ha ayudado a sentirme más seguro y a tener una visión más positiva del futuro. Antes de unirme me sentía perdido y sin esperanza, ahora tengo metas claras y sé que puedo lograrlas con el apoyo adecuado. Soy estudiante de psicología y pienso que, aunque tuviera que estar bajo un puente, seguiría estudiando”, asegura.
Por su parte, Elina de 21 años pasó gran parte de su infancia en residencias de protección. “Gracias al apoyo de los profesionales, he podido trazar mi camino y alcanzar metas que antes parecían inalcanzables. Mi objetivo es continuar mis estudios, especialmente en el campo de la administración, ya que también estoy trabajando», declaró sobre su experiencia.
El deber de las Casas Compartidas para Jóvenes
El 12 de abril se conmemora el Día Internacional de Niños y Niñas en situación de calle. En la Región del Bio Bio este proyecto entrega un hogar a 15 niños y niñas a través de la Corporación Catim. Un modelo que continúa en su plan piloto desde 2019.
El programa está basado en el modelo Housing First, una modalidad de intervención social ideada en Estados Unidos. El principio trata de que la vivienda es el elemento prioritario para lograr una inserción social y que sea el pilar fundamental para otros trabajos de inclusión.
“Aunque aún enfrentamos desafíos, estamos comprometidos a seguir trabajando para mejorar las condiciones de vida de estos jóvenes, un ejemplo claro de esto es el programa Casa Compartidas para Jóvenes que comienza su cuarto año de implementación», explicó Óscar Vidal Fuentes, coordinador del programa Casas Compartidas Jóvenes.
Respecto a la responsabilidad que significa para la cooperación, Sandra Castro Salazar, declaró que, “Para CATIM la Innovación Social es un pilar fundamental en el trabajo que hacemos y es el camino diferenciador en las vidas de las comunidades. Con más de 30 años de experiencia, nuestro compromiso con la sociedad nos impulsa a colaborar en proyectos que marquen la diferencia, especialmente en donde jóvenes logren reintegrarse a la sociedad, lo que representa un triunfo para todas y todos”.
Hasta la fecha el programa de Casas Compartidas para Jóvenes ha trabajado con 10 viviendas, en estos años trabajaron con 25 beneficiarios y en la actualidad son 15. Si bien reconocen que no es una tarea con un 100% de éxito, sí es una herramienta que ayuda a finalizar estudios, comenzar carreras, mantener empleos y reestablecer lazos familiares.